lunes, 26 de febrero de 2018

esús nos enseña cómo orar (Mateo 6:5-15)

Jesús nos enseña cómo orar (Mateo 6:5-15)
La iglesia del I siglo descrita por el historiador Lucas en el libro de los Hechos, nos muestra una iglesia perseverando….en las oraciones (Hechos 2:42).  Los discípulos mismos inmediatamente la ascensión de Jesús están orando (Hechos 1:14).  Lucas nos muestra la dinámica en la vida de los primeros cristianos y una de ellas era una vida de oración constante.  La oración, es un magnífico medio para permitir la acción del ES en nuestras vidas e iglesias.  Cuando la iglesia ora, infundimos temor al diablo.  Todo lo contrario cuando no lo hacemos. 
         En el pasaje arriba citado, Jesús nos muestra la dinámica de la oración.  Primero veremos lo que no debemos hacer al momento de orar (v. 5, 7.-8). 
         1.  No a la oración fingida (v. 5):  cuando ores, no seas como los hipócritas.  Hipócrita  es alguien que finge. No es genuino ni verdadero.  El término es fuerte y desagradable.  El sistema religioso de entonces, utilizaban la oración como un medio para ser observados y admirados por los demás.  Desde luego que Jesús no condena ni prohíbe la oración en público sino mas bien la actitud o intención de este grupo al desear orar en público.  Ellos aman el orar en píe en las sinagogas, y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres (Mateo 6:5).  Jesús también no está de acuerdo con el uso de vanas repeticiones (v. 7).  Muchas veces podemos caer en la superstición al repetir palabras sin sentido. Es un llamado a la oración sincera, genuina y del corazón.
         2.  El sí a la oración (v. 6):  Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre que está en secreto te recompensará en público.  Aquí Jesús deja ver la esencia misma de la oración:  tiempo íntimo con nuestro Padre celestial.  La oración es una actividad espiritual entre Dios y cada uno de nosotros.  En ningún momento Jesús prohíbe la oración en público sino mas bien que vivamos una vida de oración privada y saludable. 
         Es importante que veamos algunos principios a tener presente al momento de orar:
         1. Santidad (Salmo 32:3, 5).  Mi pecado te declararé, y no encubrí mi iniquidad.  Dije:  Confesaré mis transgresiones a Jehová, y tú perdonaste la maldad de mi pecado.  Mi pecado aleja a Dios y se corta la comunicación.  Es importante tener presente este principio.  Una vida recta y limpia es del agrado de Dios y fortalece nuestra vida de oración.
         2.  Humildad (Lucas 18:9-14, Salmo 51:17):  Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.  Urgentemente todos necesitamos aprender cómo entrar en la presencia de Dios y prepararnos a tener comunión con él.  En la parábola del publicano y el fariseo, este último es ejemplo de cómo no entrar o pretender entrar en la presencia de Dios:  Jesús dice que:  oraba consigo mismo (Lucas 18:11-12). 
         3.  Creerle a Dios (Hebreos 11:6).  Dos elementos valiosos al respecto:
                  a.  La oración tiene poder y autoridad cuando se ejerce correctamente (Hechos 4:31,  Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregado tembló…).  No debemos hacer uso de la oración como una actividad supersticiosa.  Si no mas bien como una disciplina espiritual valiosa y como el medio divino para platicar con Dios y que él nos responda.
                  b.  Debemos creerle a Dios (Hebreos 11:6):  Pero sin fe es imposible creerle a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.  Cuando buscamos a Dios en oración, debemos creer que Dios tiene sus oídos dispuestos a escuchar nuestras oraciones.
         Veamos los pasos en la oración modelo (v. 9-14):
         1.  La oración debe ser dirigida a Dios Padre (v. 9):  Jesús nos orienta a quién orar (Juan 16:23, …todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará).
         a.  Jesús afirma el carácter y naturaleza de Dios como nuestro Padre.
         b.  Un Padre:  protege, ama, cuida, provee, orienta, sustenta etc.
         2.  Peticiones hacer:
         a.  Interés por Dios y su gloria (v 9, 10):  Santificado sea tu nombre: se revela el carácter y atributo de Dios:  su santidad.  Venga tu reino (v. 10).  El reino de Dios es:  el gobierno de Dios.  Es el cumplimiento del programa divino.  Hágase tu voluntad (v. 10).  Dios hará y cumplirá su programa el cual es perfecto y le glorifica.  Nuestro interés como iglesia es que su voluntad se cumpla en nosotros.
         3.  Peticiones por nuestras necesidades (v. 11-13):
         a.  Su fiel provisión a todas nuestras necesidades.  Debemos aprender a depender de Dios (v. 11):  el pan nuestro de cada día dánoslo hoy.  Dios desea que aprendamos a depender de él diariamente (Éx. 16:4, …He aquí yo os haré llover pan del cielo, y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no.  Todos debemos aprender a depender de la provisión fiel de Dios.
         b.  Su fiel misericordia (v. 12):  Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.  El perdón de pecados es nuestra mayor necesidad.  Es una deuda impagable de ahí la necesidad del perdón de Dios.  Al mismo tiempo, somos responsables de perdonar como Dios ya lo ha hecho con nosotros.  Es liberar nuestro corazón de toda contaminación de amargura y seguir el ejemplo de Cristo:  perdonar.
         c.  Dependencia del poder y protección de Dios (v. 13):  Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.  Es pedido a depender de la protección de Dios y no de nuestras propias fuerzas u orgullo.  Pedido de protección en tiempos de prueba y peligro.
         4.  La adoración (v. 13):  porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos.  Amén.  Todo pertenece a nuestro Dios como también la gloria.

         Como iglesia debemos seguir el ejemplo de la iglesia del I siglo.  El libro de los Hechos describe una iglesia pujante, poderosa y Dios usándole maravillosamente.  Ellos perseveraban en la oración (Hechos 2:42).  Sin duda alguna…nosotros también debemos hacerlo.  Dios les bendiga. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario