lunes, 26 de marzo de 2018

Advertencias finales de Jesús en el Sermón del Monte (Mateo 7:21-29)

Advertencias finales de Jesús en el Sermón del Monte (Mateo 7:21-29)
En los últimos versículos de este importantísimo sermón de Jesús, nos hace unos finales advertencias como una conclusión de lo expuesto en estos capítulos (5-7). Jesús nos advierte a revisar nuestra propia vida si realmente somos o no salvos.  Como cristianos, debemos estar conscientes que de ello depende nuestro destino final en la eternidad.
         Veamos primero, advertencias con nuestras falsas expectativas (v. 21-23).  Jesús nos dice, No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos (v. 21).  ¿Qué es hacer la voluntad del Padre?.  Es un claro llamado a la obediencia a la Palabra de Dios.  Juan 14:21 y 23 nos dice, El que me obedece y hace lo que yo mando, demuestra que me ama de verdad…Si alguien me ama, también me obedece (TLA).  Mediante nuestra obediencia a los principios bíblicos demostramos nuestro amor al Padre y a su Hijo Jesucristo.  Nuestro estilo de vida será una prueba de ello, 1 Juan 3:23 dice,  Y este es su mandamiento:  Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos a otros como nos lo ha mandado.  Debemos estar conscientes que nuestra salvación se demostrará no solamente por lo que decimos (es importante) sino también por nuestra obediencia por lo que expresamos.  La voluntad de Dios es que crezcamos fuertes y debido a nuestra obediencia nos parezcamos mas a Cristo cada día (Romanos 8:29, …para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo).  Pablo en 1 Tes. 4:3 agrega un elemento importante en estar conectados a la voluntad del Padre, pues la voluntad de Dios es vuestra santificación, que os apartéis de fornicación.
         Jesús también nos advierte a pretender lograr nuestra salvación por medio de obras.  Muchos me dirán en aquel día:  Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?.  No todo lo que brilla es oro. Vivimos en medio de una iglesia en la búsqueda de manifestaciones para creer.  Así también y debido a ello, se han levantado en tantos lugares una cantidad de personas afirmando tener un llamado de Dios y justificando ese llamado por medio de acciones milagrosas.  Hoy en las redes sociales podemos encontrar tantas muestras de ello. Desde luego no estamos para juzgar, condenar o rechazar todo.  Sin embargo, Jesús nos dice que en aquel día muchos se presentarán con este tipo de cartas de presentación:  ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?  Es un llamado a la prudencia a no ser engañados.  No se trata de creer todo pero tampoco de creer todo lo que vemos (2 Cor. 11:14-15, Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz.  Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia…).    La respuesta que Jesús hará en aquel día causará gran sorpresa, Nunca os conocí, apartaos de mi, hacedores de maldad (v. 23).  Es el cuidado que debemos tener a la falsa religión con sus obras también falsas.  Nuevamente el apóstol Pablo nos dice en 2 Timoteo 3:1, 5:  También debes saber esto, que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.  Porque habrá hombres amadores de sí mismos…que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella, a éstos evita.  ¿Qué busca Jesús con lo anterior?  No dejarnos engañar.
         Segundo, Jesús nos advierte a construir sobre un buen fundamento (v. 24-29).  Cualquiera, pues, que me oye estas palabras y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca (v. 24).  ¿Qué nos hace prudente y que es ser prudente?  Una persona prudente es sabia, sensata, discreta, cauta, inteligente.  ¿Cómo demostramos nuestra prudencia?  Jesús usa dos verbos, oír y hacer.  En la parábola del sembrador, todos oyen la palabra, pero solamente uno de ellos, oye la palabra, y la reciben, y dan fruto…(Marcos 4:15-20).  La persona calificada como prudente, edificó su casa sobre la roca…Descendió lluvia…vinieron ríos y soplaron vientos… y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca (v. 24-25).  Construir sobre la roca demanda esfuerzo, mucha labor, mucho trabajo, sin embargo el fruto es permanente:  resiste las adversidades con firmeza.  Por otro lado, ¿qué nos hace insensatos?  Insensato es una persona necia, tonta, imprudente, inmadura y necia.  Demuestra su imprudencia porque: oye estas palabras y no las haceedificó su casa sobre la arena.  Descendió lluvia, vinieron ríos, soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa, y cayó, y fe grande su ruina (v. 26-27).  Los resultados en ambas personas son opuestas.  La arena representa todo lo que no es de Cristo.  ¿Dónde estamos construyendo? Es una pregunta que todo debemos hacernos.  Eso nos asegurará nuestra eternidad.  Nuestro destino eterno depende de nuestra obediencia a la Palabra de Dios.  Es vivir seguros por lo que decimos y lo vivimos.  Pablo en 2 Cor. 13:5 dice, Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe.  Dios les bendiga. 

         

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