Promoviendo un pensamiento bíblico (Filipenses 4:8-9).
¿Es posible que alguien tenga éxito sin tener una buena actitud? Sí es posible. Sin embargo no disfrutará de ese éxito si no tiene una buena actitud. Aunque nuestro enfoque no sobre las actitudes de la vida, la Biblia nos enseña a tener un pensamiento correcto en medio de las circunstancias de la vida. Un proverbio alemán dice: mejor es una cartera vacía que una cabeza vacía. De ahí la importancia en el diario vivir en tomar decisiones de acuerdo al patrón bíblico y no dejarse engañar.
Expresiones como: reclámalo, confíeselo, decláralo y otras por el estilo se han vuelto muy populares y hasta suenan correctas pero ¿son bíblicos? Este tipo de expresiones o confesiones han entrado en los círculos cristianos con el propósito de lograr bienestar material, salud, etc. desde luego no estamos en contra de tener un pensamiento correcto pero eso no significa que siempre lograremos lo que deseamos o pedimos. Por ejemplo la vida del patriarca Abraham. En Hebreos 11:8-9 se describe que este hombre respondió con fe el llamado que Dios le hizo de salir de su tierra y dirigirse a una nueva. Sin embargo a pesar de todo ello, el v. 13 agrega, Conforme a la fe murieron todos estos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. Hebreos 11 describe hombres y mujeres de fe que lucharon, creyeron pero…no recibieron lo prometido (v. 39).
Para tener un pensamiento bíblico, primero debemos controlar y filtrar lo que entra a nuestra mente (Fil. 4.8-9). Pablo en estos versículos describe cualidades o virtudes que contribuyen a la paz mental (muy necesario hoy día, v. 7 dice, Y la paz de Dios…). Lo que pensamos es en lo que nos convertimos. Prov. 23:7, Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él. Nuestros pensamientos forjan nuestra conducta. Lo que hacemos es lo que previamente hemos pensado. Pensar es considerar, reflexionar, razonar…es concentrar nuestros pensamientos hasta que forjen nuestra conducta. Si pensamos rectamente actuaremos rectamente. Sin pensamos lo contario así mismo actuaremos. Pablo en Romanos 8:5 agrega, Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne, pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Así que, somos llamados a tener un comportamiento de acuerdo a los principios que el ES dicta. No hay término medio, los que son…los que son. Los pensamientos nos orientan, dan patrones de pensamiento básico de una persona.
Segundo,la necesidad de renovarse (Ef. 4:23),Y renovaos en el espíritu de vuestra mente). Renovarse es permitir que el ES haga su obra completa en nosotros. Es ajustarse, modificar, cambiar etc. Debido a nuestro pecado la mente ha sido afectada. Nos centramos en las cosas del mundo. Nos hemos vuelto egoístas, vanidosos, corruptos etc. Únicamente el ES tiene el poder y autoridad para renovar nuestra mente. En 2Cor. 10:5 dice, …llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo. Una mente orgullosa (toda altivez) es un enemigo de la mente renovada, espiritual. Una mente no espiritual, no renovada es argumentativa. No es sumisa, no gusta obedecer. Siempre cuestiona. Los frutos de una mente renovada son: vestíos del nuevo hombre…Por lo cual desechando la mentira, hablad verdad…(Ef. 4:24-25). Cuando hemos decidido renovar nuestra mente hemos decidido dejar el viejo hombre con sus malos hábitos (v. 22, En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre…). ¿Cuándo se logra esto? La renovación de nuestra mente es un proceso de toda la vida. La salvación es un acto instantáneo pero la renovación es un proceso hasta que morimos (Fil. 1:6 dice, estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo). ¿Por qué un proceso? Pablo responde a eso en Romanos 7:18-24 (pero veo otra ley en mis miembros, que se revela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte?v. 23.24).
Finalmente,aceptando la autoridad de las Escrituras (Salmo 119:33-40). Enséñame, oh Jehová, el camino de sus estatutos y lo guardaré hasta el fin. Aprender la palabra (v. 26, 33): Enséñame: debemos tener una necesidad de conocimiento de Dios por medio de su palabra (119:97, 103-104). No basta con tener información bíblica sino también aplicarla en el diario vivir. Obedecer (v. 34-35): Dame entendimiento, y guardaré tu ley, y la cumpliré de todo corazón. Guíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo mi voluntad. El conocimiento debe estar estrechamente unido a la actitud del corazón en obedecer. Job 28:28 dice, He aquí el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal, la inteligencia. David hace una petición que debe estar en todos nosotros: Dame entendimiento…es tener la iluminación que viene de Dios por medio de Su palabra. El compromiso de David: hasta el fin (v. 33)…la cumpliré de todo corazón (v. 34). No es una obediencia a medias. Dos peticiones mas hace David: Guíame…Avívame (v. 35, 37, 40). Guíame por la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo mi voluntad. No siempre lo que leemos, vemos y escuchamos es bíblico. Así que, una sabia decisión es filtrar toda información recibida. Mientras estemos y sigamos por el camino de la vida, necesitaremos ánimo y energía de Dios. No es fácil ni sencillo permanecer en el camino de salvación (Mateo 7:13-14). Mantener un pensamiento bíblico es una imperiosa necesidad hoy día. Dios les bendiga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario