Lecciones a aprender en la relación entre David y Betsabé (2 Samuel 11:1-5)
Posiblemente después del pecado entre Adán y Eva, el mas conocido en la Biblia sea el de la relación entre David y Betsabé. Todo matrimonio hoy día, debemos aprender en no cometer los mismos errores y no sufrir las graves consecuencias que sufrieron en el seno familiar del rey David.
Pablo en Gálatas 6:7 dice, No os engañéis: Dios nos puede ser burlado, pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Como todos sabemos, este principio bíblico se aplicó perfectamente en la vida familiar del rey David como fruto de su adulterio con Betsabé. Pero al mismo tiempo, Dios muestra su misericordia y perdón a pesar de…2 Samuel 12:13 dice, …Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido (te ha perdonado)tu pecado, no morirás. La ley mosaica era clara y tajante. Levítico 20:10 dice al respecto, Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos. El pastor Dietrich Bonhoeffer en su libro Las Tentaciones dice: hay en nuestros miembros una inclinación hacia el deseo…este se apodera de la carne con poder irresistible…la carne se enciende y arde en llamas…en ese momento, Dios se nos vuelve totalmente irreal…solo el deseo por la criatura es real. La sola realidad es el diablo. Satanás no nos llena de odio contra Dios, sino con el olvido de Dios.
En David vemos una falta de dominio propio: es la capacidad que nos permite controlar a nosotros mismos nuestras emociones y no que estas nos controlen a nosotros. David fue un hombre muy sensual. En 2 Samuel 5:13 nos dice algo que nos ayuda a observar esa perspectiva, Y tomó David mas concubinas y mujeres. La ley mosaica ya establecía reglas respecto a la vida personal de los reyes israelitas, Deuteronomio 17:15, 17 dice,ciertamente pondrás por rey sobre ti al que Jehová tu Dios escogiere…Ni tomará para sí muchas mujeres, para que su corazón no se desvíe…El pastor David Hormachea en su excelente libro El adulteriodice entre otras cosas, El primer problema que evidenció David fue su pasión descontrolada, su falta de dominio propio y el manejo pasional de su vida. Por supuesto, en ese ambiente de poder no podía faltar la pasión y, en un mundo con tantas tentaciones es esencial desarrollar el dominio propio. Las Escrituras nos muestran la realidad del rey cuando nos revela que esas mujeres cambiaron el corazón de David y lo alejaron del Señor. No eran culpables las mujeres, sino David que las eligió y se dejó llevar por su pasión por ellas. Su primera área de conflicto fue su pasión descontrolada, su falta de dominio propio y el manejo pasional de su vida (p. 41).
De la vida de David podemos aprender que primero, faltó a sus responsabilidades. 2 Samuel 11:1 dice, Aconteció al año siguiente, en tiempo que salen los reyes a la guerra, que David envió a Joab…pero David se quedó en Jerusalén. En la vida de David se conjugan muchas situaciones en torno a su pecado. Una de ellas fue esta. Faltó a sus responsabilidades. Debemos saber que somos mas vulnerables cuando estamos solos y abusamos del descanso. Nos volvemos presa fácil cuando abusamos del ocio. Por otro lado, David no obedeció las reglas divinas sobre su vida personal y matrimonio (Deut. 17:17, no imitar el modelo de los reyes del medio oriente y uso del harem). Y es cuando viene la fama y el poder nos volvemos mas indulgentes de nuestras propias fallas y caemos en el descuido personal (lo vemos en el mundo de la política, el deporte y estrellas del cine) el fin es el mismo, descuido personal…y el fin de sus vidas. Tener en cuenta, que ni la religiosidad ni la rutina fortalecen nuestra vida espiritual. Es la aplicación de los principios bíblicos a nuestra propia vida que no ayudan y fortalecen. El Salmo 119.11 nos recuerdan, En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti). Amar a Dios con todo el corazón y no vivir la vida cristiana en base a emociones. La formación del carácter viene cuando forjamos nuestra vida en base a valores y principios bíblicos no los del mundo. Fe genuina y nutridos con Su palabra tendremos murallas de protección.
David cedió a la tentación (es la instigación que nos induce mayormente al pecado y ofender a Dios). La tentación en sí no es pecado. Toma esa categoría cuando cedemos a ella (Santiago 1:14, sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido). Una de las situaciones que David tuvo que luchar fue la atracción sexual en su vida. Debemos saber que esto es una realidad para muchos. ¿Cómo reaccionamos cuando aparece? Efesios 5:3 dice, Pero fornicación y toda inmundicia…ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos. José en Gn 39, David en el pasaje de 2 Samuel 11 reaccionaron de manera diferente. José huyó pero David no lo hizo y las consecuencias son conocidas. Lamentablemente David, cedió a sus pasiones ya fuera de control. Únicamente consideró la belleza física de Betsabé y no detuvo a considerar las trágicas consecuencias que vendrían con ello. El mensaje recibido por David fue claro, Aquella es Betsabé hija de Elíam (uno de sus valientes, 2 Samuel 23:34) mujer de Urías heteo (lista de los valientes de David, 2 Samuel 23:39). En pocas palabras, los mensajeros le dijeron a David: esa mujer está casada. Lo demás es historia. David pecó y se involucró mas en el pecado y el juicio divino también sobre él.
Desde luego que Betsabé es también culpable de la situación. No estamos en capacidad de cuantificar en qué porcentaje. Su falta de indiscreción. Bañarse en un lugar a la vista de fue sabio. Hay una escritora cuya posición es interesante. Ella dice, que Betsabé fue una hermosa víctima del poder y lujuria del monarca de turno. Ella fue raptada de su propia casa y forzada por el rey a acostarse con él. Fue una violación. Una violación consentida quizá por la posición del rey. Betsabé no fue invitada al palacio. Fue llevada por los mensajeros del rey.
¿Qué de nosotros hoy día? Nuestra lección es que la santidad es un elemento valioso en la vida matrimonial. No es opcional es un mandato (1 Pedro 1.15-16). Lograremos el perdón de Dios cuando nos arrepentimos, lo confesamos y nos apartamos de él (2 Samuel 12:13, Prov. 28:13). Dios nos otorga su perdón pero algunas veces enfrentaremos las consecuencias (2 Samuel 12:10-12). Las graves y fatales consecuencias en el seño familiar fueron inevitables. La gracia de Dios otorga su perdón pero no evita las consecuencias a enfrentar. En el NT vemos en Mateo 1:5, a pesar de todo…Betsabé es parte de la genealogía de Cristo, el Salvador del mundo. Dios bendiga sus vidas.
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