Mostrando nuestra identidad en Cristo (Ef. 4:1-3).
Sin duda alguna, el descubrimiento del ADN ha sido de mucha utilidad por la ciencia. ¿Qué es el ADN? Es el ácido que contiene las instrucciones genéticas para el desarrollo y funcionamiento de nuestro cuerpo. Contiene la información nuestra. Su uso es muy variado hoy día. Por ejemplo, cómo funcionamos los seres vivos. Curar enfermedades. La policía lo ha usado con buenos resultados para resolver casos de homicidios e identificar al hechor.
Espiritualmente hablando, cuando venimos a Cristo tenemos su ADN Romanos 8:29 dice, Porque los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo…Imagen: es semejanza, figura, parecido, ser semejante, en el sentido de copia. Dios Padre nos ha llamado para que nos parezcamos a su Hijo Jesús. Ese debe ser nuestro ADN.
Pablo nos dice que os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados. Nuestro diario vivir o conducta debe dar gloria a Dios. En 1 Juan 2.28 dice, Y ahora hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados. Vocación es el llamado soberano del Señor en la salvación. Cuando respondemos efectivamente al llamado divino, estamos de acuerdo con el propósito por el cual fuimos llamados. En 2 Cor. 5:20 se nos califica como embajadores de Cristo.
Nuestro ADN en Cristo (v. 2), Con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor. Veamos brevemente lo que Pablo pide:
a. Toda: no una parte. No es que hoy sí…mañana no…pasado quizá. Santiago 1:8 dice, El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. Doble ánimo es alguien indeciso lo que hoy se conoce como bipolar (trastorno mental severo manifestado por cambios de ánimo poco comunes). Prov. 16:3 dice, Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos será afirmados. A nadie le gusta tratar con personas inconstantes o de doble ánimo.
b. Humildad: es juzgar uno mismo con docilidad. Es alguien sumiso por dentro y por fuera. Prov. 25:12 dice, Como zarcillo de oro y joyel de oro fino, es el que reprende al sabio que tiene oído dócil. Hoy lamentablemente ser humilde es sinónimo de tonto, cobarde o poco inteligente. En la cultura griega y romana, se humilde era considerado no natural. Era poco apreciado al grado de no tener un término en sus idiomas. Se cree que fue el apóstol Pablo quien acuñó el término. En Mateo 11:29 Jesús nos pide: …aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón…ahí radica nuestro ADN en Cristo.
c. Mansedumbre: es fruto del ES (Gál. 5:23, Mateo 5:5). Es poder bajo control, lo manifestamos cuando mostramos un espíritu afable y controlado (1 Pedro 3:4). Mansedumbre es cuando no tenemos una actitud vengativa cuando hemos recibido daño (Prov. 15:1, 19:19, 27:3). La mansedumbre está muy ligada a la humildad y viceversa.
d. Soportándoos: es ser tolerantes con aquellas situaciones o personas que nos ofenden. Es aceptarnos tal y como somos a pesar de nuestras fallas. No caer en el grave error de estar acumulando ofensas. Es sostenerse uno mismo en contra de…Una señal de andar en la carne es cuando nos volvemos insoportables e intolerantes.
e. Paciencia: es aguante o resistencia. La Biblia describe a Abraham como un hombre de paciencia. Hebreos 6:15 dice sobre él, Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa. Moisés debió esperar 40 años al llamado divino. Santiago 5:10-11 nos habla de la paciencia de los profetas y de Job. Una persona paciente persevera, es constante y firme.
f. Amor: es fruto del ES (Gálatas 5:22). Nuestra paciencia y tolerancia debe ir acompañada de amor. En 1 Pedro 4:8 encontramos, el amor cubrirá multitud de pecados. Ferviente significa: estirarse, esforzarse. Máximo rendimiento. Dar prioridad al bien de los demás sobre sus propios deseos. El amor en la vida diaria se expresa por medio del perdón de las ofensas recibidas.
Pablo en efesios 5:1 agrega, Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Imitar es: actuar o comportarse a semejanza de alguien. Nuestro reto hoy día es tener un comportamiento diferente al modelo del mundo (Ef. 4:17, Ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente). Tenemos un llamado a dejar el mundo de pecado. Isaías 5:20 dice, ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo…! Ahí vemos el patrón del mal de hoy día. Pablo nos llama a una conducta moral de acuerdo al patrón de Dios (v. 3, Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos. Vivimos en medio de una sociedad sumamente sensual. La pureza sexual es como un chiste. Busquemos nuestra identidad en Dios no en el mundo.
Pablo nos pide que debemos andar como hijos de luz (v. 8). Nuestra identidad y posición en Dios es muy diferente al modelo del mundo. Hay un contraste entre luz-tinieblas. La luz es sinónimo de claridad, vida, orden, tranquilidad. Imitemos a Dios como luz (Gn. 1:3-4, Salmo 27:1, Juan 1:9, 8:12, Romanos 13:12). Mirad, pues, con diligencia como andéis, no como necios sino como sabios (v. 15). Mirad, es tener un sentido de observación, vivir con cuidado, con sabiduría (Prov. 1:7, Tito 2:11-13). Diligencia es vivir con precisión, exactitud, investigar algo. Es tener un comportamiento responsable. La Biblia califica al necio a alguien que vive lejos e irresponsablemente de Dios. En hebreo es una persona sin razón o sin sentido. Proverbios 1:7 nos dice, El principio de la sabiduría es el temor de Jehová, los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Por todo lo anterior, nuestro ADN está ligado al de Cristo. Vivamos como él lo hizo (1 Juan 2:6). Bendiciones a todos.
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